Dominio
público |
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Amores y quijotadas
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Jesús Rodríguez
Redondo
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Al
señor D. Manuel Enriquez Barrios
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Si la gratitud es
no deber, cuyo exacto cumplimiento la sociedad nos
exige e impone nuestra conciencia, séame permitido
escribir hoy vuestro nombre en la primera página
de este libro. No es esta dedicatoria una de tantas
que pudieran ser escritas con determinadas miras.
Ya pueden analizar sus partes los ilustres doctores
del laboratorio crítico-literario, que no hallarán
el más pequeño Momo de la torpe adulación.
Muy de mi agrado el dedicar las producciones de
mi humilde pluma ¿a quién he de ofrecer ésta,
siendo deudor de amistad y gratitud al decidido
patrocinador de las letras cordobesas? Amo tanto
a vuestra bendita tierra, soy tan cordobés y tan
identificado estoy con el sentimiento que la ennoblece,
que al ver que Córdoba entera os quiere y os admira
y os respeta, inspirada en vuestro humano proceder,
en vuestra razonada política, en vuestra virtud
y talento, seguro estoy que había de comunicarse
a la mía este mismo sentimiento del alma cordobesa,
aunque nada os debiera, ni esperara. Bien sé
que no sería de vuestro agrado las frases
que me veo obligado a decir en honor a la justicia.
Y siendo éstas una expansión del ánimo,
pasadlas de largo si queréis; pero aceptad la obrita
que de buena voluntad os ofrezco, como testimonio
de afecto y gratitud, y así honraréis a un
enamorado de vuestro pueblo, bajo cuyo hermoso cielo
escribiera sus Amores y
Quijotadas. |
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JESÚS
RODRÍGUEZ REDONDO
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Amores
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AMORES
Y QUIJOTADAS
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A
Jesús Rodríguez Redondo
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Quijotadas
y amores, risas y llanto,
alzan en tus estrofas su voz sentida;
quijotadas y amores llenan tu canto,
cual la luz y la sombra llenan la vida.
Tus amores reflejan el amor santo
del alma que da rosas al ser herida;
tus quijotadas tienen el dulce encanto
de amargura que pasa desconocida.
Quijotadas y amores deja el trovero
como estela de amores en el sendero
que recorren las vidas enamoradas.
Y por gloria del Arte-ritmo y fulgores
todas las quijotadas son siempre amores
y todos los amores son quijotadas.
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M.
R. Blanco Belmonte
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Madrid
- Septiembre, 1915
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