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Psicoimágenes - Luis de la Fuente

Las imágenes mostradas bajo estas líneas fueron conseguidas entre los años 1992 y 1994. La grabación de las imágenes anómalas sólo requirió realizar un circuito cerrado de monitorización entre la cámara de vídeo y el televisor empleado para la prueba, intercalando entre ambos una vídeo-grabadora para registrar los resultados directamente en la cinta. En los campos de retroalimentación que se producen al encuadrar la pantalla de televisión con la cámara de vídeo es donde se formarán las paraimágenes, por lo que, tras grabar dichos campos (entre uno y cinco minutos serán suficientes), deberemos posteriormente visualizar el resultado imagen por imagen (cuadro a cuadro).

Cabeza de caballo

Se observa el cuello y la cabeza de un caballo; en el cuello podemos apreciar una segunda cabeza de caballo mucho más pequeña de estilo figurativo.

Pequeño rostro de perfil

En la parte inferior izquierda se observa un rostro humano de perfil con los ojos aparentemente cerrados.

Perfil de ser

Se aprecian varias imágenes. La más llamativa es el perfil de un extraño ser que se encuentra en la mitad derecha de la imagen mirando hacia la izquierda de la pantalla.

Hombre con bigote

En esta observamos a un hombre con bigote que parece mirarnos.

Hombre con mostacho

Al igual que en la imagen anterior, en ésta aparece también un hombre con un poblado mostacho.

Mujer bailando

En el centro de la imagen vemos una mujer de cuerpo entero que parece estar ejecutando algún tipo de baile.

Rostro de mujer

Primera de cuatro imágenes en la que vemos cómo un rostro de mujer va girando hasta mostrarnos su perfil derecho.

Rostro de mujer

Gira un poco más...

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El experimentador


Luis de la Fuente

Luis de la Fuente

A modo de resumen

Los primeros intentos de transcomunicación los llevé a cabo durante las navidades de 1989. La razón que me impulsó a iniciar las experiencias de grabación fue el fallecimiento repentino de Inma y Alvaro, dos personas jóvenes y llenas de proyectos cuyas pérdidas, coincidentes prácticamente en el tiempo, me dejaron profundamente marcado, hasta el punto de modificar incluso mi trayectoria profesional, por aquel entonces ligada al cine profesional. Con ambos tenía proyectos que el infortunio truncó de forma abrupta e inesperada. Tras estas pérdidas trágicas me dispuse a comprobar si la comunicación con las personas fallecidas podría ser posible, obteniendo mis primeros resultados tan sólo unos días después de iniciar las pruebas. En las grabaciones, efectuadas prácticamente en su totalidad en mi domicilio, empleé televisores, transistores desintonizados o ruido de agua como soporte. Para llevar a cabo las experiencias de grabación no son necesarios costosos equipos, pero sí grandes dosis de paciencia, constancia en la experimentación y por supuesto fe en el contacto. Resulta indispensable el empleo de auriculares para la escucha de las parafonías, pues éstas pueden estar enmascaradas por el ruido de soporte, por otra parte indispensable. Si desea saber cómo registrar las voces, pinche aquí. Si desea echar un vistazo a las psicoimágenes obtenidas por mí entre los años 1992 y 1994, pinche aquí. Si desea conocer las páginas de otras personas que llevan a cabo experiencias de transcomunicación, pinche en este otro enlace.